La denominación proviene del alemán «tragar», y designa normalmente un aguardiente transparente, fermentado y destilado a partir de cereales, raíces o frutos, en particular de cerezas (Kirschwasser), manzanas, peras, melocotones, ciruelas, albaricoques o de mirabolanos. Con más de 32º de alcohol y especialmente el producido en Alemania, Austria, Alsacia, Lorena o Suiza.